En la actualidad, cada vez hay más productos entre los cuales escoger cuando se va al supermercado para hacer las compras de lo que se consumirá en la semana, esto, a veces, vuelve un poco más complicada la toma de decisiones respecto a los productos que se elegirán; se duda si comprar la fruta que dice “orgánica”, la que dice “natural”, otra que es nombrada como “bio” o la que no tiene ninguna especificación, pero que tiene el precio más bajo. Si bien, todos estos alimentos lucen igual —por ejemplo, todas las manzanas son rojas, brillantes y firmes—, no todas son iguales en su composición, pero ¿cuál es la mejor opción para elegir respecto a los nutrientes que aporta? Para los diabéticos en específico, estas decisiones son todavía más importantes, pues su salud ya está deteriorada, por lo que se deben buscar los alimentos que hagan bien y que no continúen dañando al organismo.
Como ya se ha dicho en otras ediciones de esta revista, los alimentos orgánicos son productos vegetales, animales o derivados, que se producen con sustancias naturales y sin hacer uso de plaguicidas, fertilizantes artificiales ni otros químicos, no llevan aditivos y tampoco tienen modificaciones genéticas. Estos alimentos ayudan a que el cuerpo humano no se intoxique con tantas sustancias artificiales que poco a poco dañan la salud, pues, aunque se piense que por ser cantidades pequeñas no causan ningún efecto, a largo plazo sí lo harán.
Podría decirse que el único inconveniente que tienen los alimentos orgánicos es que su costo es más elevado comparado con los alimentos de cultivo tradicional. Quizá cuando se está en el supermercado y se ven los precios sea difícil tomar la decisión de comprar los orgánicos, pero hay que pensar en que ese dinero que se “ahorre” en el presente será el mismo que se gastará en el futuro cuando los químicos que se consumen por medio de los alimentos convencionales ya le hayan hecho un daño grande al cuerpo.
Algo tan sencillo como la elección de alimentos orgánicos, en lugar de alimentos procesados, o que fueron cultivados de la manera convencional, sirve para reflexionar sobre las decisiones que se toman teniendo en cuenta el ámbito económico y que poco a poco afectan el estado de salud de las personas. Por ejemplo, muchos no van a hacer ejercicio porque no quieren invertir en una mensualidad en el gimnasio o en el club en donde se pueden practicar ciertos deportes; sin embargo, ese dinero que se “ahorran” lo gastarán en un futuro cuando padezcan diabetes a causa de tener una mala alimentación y un estilo de vida sedentario, y tendrán que pagar los fármacos que necesitan para mantener “estables” sus niveles de azúcar en sangre.
Por todo esto, es importante poner en una balanza las opciones que se tienen para la toma de decisiones del día a día, desde a qué hora levantarse de la cama, qué desayunar, si salir a caminar o quedarse en casa viendo televisión, hasta los productos que se compran en el supermercado. Cada decisión es importante, porque cada una de ellas va formando el estilo de vida que se tiene, entonces si se toman decisiones que dañan al cuerpo, que no ayudan al correcto funcionamiento del organismo y se tiene un estilo de vida malsano, en cualquier momento todo eso provocará que se tengan diversos problemas de salud, entre ellos la diabetes.
Prevenir y educarse es la mejor arma contra cualquier padecimiento de salud, a través de Ezequiel Montaño Academia de Naturismo Integral se ofrece información y guía para aprender a vivir en salud y, sobre todo, sin diabetes.